Digamos que la carretera que se menciona queda hipotéticamente en Australia, porque si fuera por estos lados, los enigmas entre llegar y no llegar bien podrían tener causas peores, anyway….
En la Universidad de Sydney habían cuatro estudiantes, digamos nerds vertiente rumbera, en un curso de química orgánica. Por supuesto les iba bien en todas las previas, exámenes y evaluaciones de laboratorio, y se sentían tan confiados en los exámenes finales, que decidieron irse de farra a Canberra el último fin de semana del semestre. La pasaron bomba, como dicen los españoles, hasta el punto de que la fiesta del domingo fue tan buena, que tuvieron que viajar el lunes con un guayabo al cuadrado y optaron por no presentarse al examen esa mañana. En cambio, buscaron al profesor y en buen hablado nerd le explicaron porque no habían podido tomar el examen. Según la versión, habían ido a Canberra para hacer unas investigaciones en los laboratorios de las universidades de por allá (así se le dice al entretenimiento hoy en día) e, infortunadamente, al regreso se les había pinchado una llanta. Como el repuesto estaba pinchado, la ayuda demoró mucho…
El profesor se quedó pensando un rato y les dijo que podían tomar el examen al día siguiente. Llegado el momento, los metió en salones distintos y les dijo que comenzaran. La primera pregunta valía cinco puntos y era algo fácil sobre radicales libres.
“Chévere”, pensó cada uno en su salón separado, “esto pinta fácil”.
Cuando uno por uno volvieron la página, se encontraron con la segunda pregunta, que valía 95 puntos. Decía: “¿Cuál llanta era?”
JA!
He dicho!
En la Universidad de Sydney habían cuatro estudiantes, digamos nerds vertiente rumbera, en un curso de química orgánica. Por supuesto les iba bien en todas las previas, exámenes y evaluaciones de laboratorio, y se sentían tan confiados en los exámenes finales, que decidieron irse de farra a Canberra el último fin de semana del semestre. La pasaron bomba, como dicen los españoles, hasta el punto de que la fiesta del domingo fue tan buena, que tuvieron que viajar el lunes con un guayabo al cuadrado y optaron por no presentarse al examen esa mañana. En cambio, buscaron al profesor y en buen hablado nerd le explicaron porque no habían podido tomar el examen. Según la versión, habían ido a Canberra para hacer unas investigaciones en los laboratorios de las universidades de por allá (así se le dice al entretenimiento hoy en día) e, infortunadamente, al regreso se les había pinchado una llanta. Como el repuesto estaba pinchado, la ayuda demoró mucho…
El profesor se quedó pensando un rato y les dijo que podían tomar el examen al día siguiente. Llegado el momento, los metió en salones distintos y les dijo que comenzaran. La primera pregunta valía cinco puntos y era algo fácil sobre radicales libres.
“Chévere”, pensó cada uno en su salón separado, “esto pinta fácil”.
Cuando uno por uno volvieron la página, se encontraron con la segunda pregunta, que valía 95 puntos. Decía: “¿Cuál llanta era?”
JA!
He dicho!
La segunda pregunta es facil. La llanta trasera derecha, no eran tan nerds rumberos si no tomaron esa opción.
ResponderEliminarMe hizo acordar de dos cosas que me pasaron: una para entregar la fuente de voltaje en 5to semestre y pues me tocaba dejar que el ácido terminara de pulir la plaqueta (labor que demoraba una hora) entonces decidimos llamar a unas "amigas" pa que nos acompañaran, al final nos enrumbamos con las viejas y el ácido de comió mas de la mitad de lo que era circuito, tocó llevarle la plaqueta carcomida al profe y decirle que nos equivocamos en la concentración y que nos diera plazo, o bueno es que por nuestro desempeño me dieros 15 días mas de plazo (!)
La segunda es de la sustentación de tesis que unos amigos decidimos tomarnos una cervecita pa bajar los nervios, el prob es que la bajada de nervios duró unas 3 o 4 birras y la sustentación la dimos en tono alegrón (de hecho un amigo, que hoy es un eminente compañero, cantó temas de Celedón durante la sustentación del man), lo bueno es que al final todo estaba tan bien hecho que ahora todos somos unos respetables y honorables ingenieros
Lo escribiste vos? o lo sacaste de algun lado?? jejeje ta buena la historia eeh!!
ResponderEliminarjejejejeje mi querido amigo, te sentiste identificado?
ResponderEliminarresultó más nerd el profesor
ResponderEliminarCaramba... toda una vida siendo acusado de nerd, y hasta ahora me entero de que existe una vertiente rumbera... jajajajajaa...
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